viernes, 30 de noviembre de 2007

Viernes noche...


… por ahí andaréis… bebiendo y comiendo cosas ricas mientras yo me voy chocando contra los marcos de las puertas.
Dentro de unos días, respiraré y hablaré mejor que antes, y disfrutaré aún más de la comida y el vino.
Divertíos, divertíos, yo sólo estoy cogiendo carrerilla…

jueves, 29 de noviembre de 2007

I will survive


No hubo luz blanca al final de ningún túnel.
No pasó mi vida entera en rápidas imágenes.
Sólo le pedí una copa al anestesista, nada más.

El resto está siendo vendas, ceguera y sangre.
Pronto estaré bien.

Gracias a todos los que os preocupasteis por mí.
Bsz.

domingo, 25 de noviembre de 2007

El extraño viaje

Me he preparado una pequeña maleta, muy pequeña.
Apenas voy a necesitar nada.
No me he despedido de nadie, este es un extraño viaje.
Más lejos que nunca pero sin mapas, sin cámara de fotografiar, sin un diario que escribir.
De este extraño viaje no podré contar nada.
Este ratoncito nunca habrá estado tan en silencio como en este viaje.
Todo atado, todo tranquilo, por si pierdo el tren de vuelta.
Un beso a todos.

viernes, 23 de noviembre de 2007

Contra el insomnio

Leche caliente con miel y Emilie...
Si en una hora no me duermo me endiño un Stilnox.

jueves, 22 de noviembre de 2007

Dios los cría y ellos se juntan


… y luego se separan y luego se juntan otra vez...

Nosotros siempre estamos despidiéndonos. Siempre echándonos de menos, regresando, marchándonos de nuevo.
La vida que escogimos...
Visados, pasaportes, abrazos...

Yo acabo de volver, Iolanda debe estar llegando a Guinea, Azpi anda por Lima, ¿Qué es eso, Laia, de que te vas a la OTAN?

Siempre, siempre despidiéndonos…

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Poldark


Parece que fue ayer que te olvidaste de tus horas.
Y como no te cabía en la bolsa ni un lamento más,
con la certeza de que todo amanece
te echaste a la espalda el tiempo de desear.

domingo, 18 de noviembre de 2007

Bajo la Bomba



Iolanda ha venido a despedirse. El viernes se va a vivir a Guinea.

Desayunamos en el Kasparo, hacía sol y el frío infame de los últimos dos días había aflojado.
Hicimos planes para cuando yo llegue, está siendo complicado combinar fechas, ya veremos cuando aparezco por ahí.

Para decir adiós comme il faut fuimos al MACBA a ver la expo "Bajo La bomba. El jazz de la guerra de imágenes trasatlántica”.

Caminábamos y de vez en cuando nos dábamos un abrazo, de repente un Pollock, un Picasso, un Michaux, un Hans Hartung… y nosotras comentando como si estuviéramos paseando por casa.
Y que tengo ganas de irme para allá, que con Iolanda África mola mogollón.

Fins aviat, maca

Fabes con almejas



Anoche salimos para despedir a Belén que deja el Raval y se vuelve a su Asturias patria querida. Ella con su 1,88 de altura y las otras 6 nos encontramos para cenar en el Candela. Las primeras copas en el Marsella, -ese bar huele tanto a absenta que al salir se te pegan las moscas en el pelo- y después dos mil mojitos en el Sifó. El resto no lo viví, pero nada bueno, seguro.


sábado, 17 de noviembre de 2007

Sushi birthday to you




Ayer a mediodía celebramos 6 cumpleaños comiendo y gritando como un grupo de colonias en el japo de Aribau.
También nos despedíamos de Azpi que se va a Perú casi un mes.
Se te quiere, compañero, cuídate.

viernes, 16 de noviembre de 2007

La noche del Vampiro


Anoche se inauguró el nuevo Lounge Bar del hotel que dirige Vampiro.
El Dj parecía tener una depresión grave pero, por lo demás, estuvimos la mar de a gusto Li, Lo y su amiga argentina, "Los chavales", mi primo y yo.
Vampiro estuvo haciendo gala de su profesionalidad con los medios y de su espíritu chic-vallhebrón con nosotros. Genio y figura

Batí un record personal, 5 Margaritas en una hora y media.

Me encantaron los jarrones gigantes llenos de nubes.

jueves, 15 de noviembre de 2007

Black Blog

¿Por qué este blog es negro?
Pues por ahorrar energía.
Mark Ontkusch comenta que si la página de Google fuera negra se ahorrarían 3.000 Megawatt/h por año, casi 75.000 dólares, eso considerando los 200 millones de búsquedas efectuadas.

Obviamente esos dólares jamás los verán mis ojos, pero me quedo más tranquila haciendo lo posible por ahorrar energía de la misma forma que me gusta reciclar y un par de costumbres más de esas lavaconciencias.
...
...
...
Pues me voy a tener que buscar otra forma de lavarme la conciencia, porque esto de que la pantalla en negro es un ahorro, parece que es trola.
El link está en catalán. Segro que quien esté interesado encontrará más info.
(corrección del 20/11)

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Recuerdo de Birmania


Te amo por cejas, por cabello,
te dabato en corredores blanquísimos donde se juegan las fuentes de la luz.
Te discuto a cada nombre, te arranco con delicadeza de cicatriz.
Voy poniéndote en el pelo cenizas de relámapago y cintas que dormían en la lluvia.
No quiero que tengas una forma,
que seas precisamente lo que viene detrás de tu mano,
porque el agua, considera el agua, y los leones cuando se disuelven en el azúcar de la fébula,
y los gestos, esa arquitectura de la nada, encendiendo sus lámparas a mitad del encuentro.
Todo mañana es la pizarra donde te invento y te dibujo.
Pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco con ese pelo lacio, esa sonrisa.
Busco tu suma, el borde de la copa donde el vino es también la luna y el espejo, busco esa línea que hace temblar a un hombre en una galería de museo.
Además te quiero, y hace tiempo y frío.


Julio Cortázar

lunes, 12 de noviembre de 2007

LA PASIÓN TURCA. Back to the Raval




Un mosquito turco no me ha dejado dormir. Vaya donde vaya siempre habrá mosquitos que me cantarán al oído y me picarán.
He visto amanecer desde el ventanal del apartamento de Aaron. El último. Él también dejará Estambul pronto.
De camino al aeropuerto las olas rompían contra el contramuro de la carretera, nuestro taxi recibía una ducha salada de buenos días.

En este viaje no ha habido mochila ni Lonely Planet. No ha habido incursiones en la vida auténtica del país ni comida barata.
Esta es otra forma de viajar.
En estos viajes te diviertes y vives como en casa pero con otro paisaje.
No diré que no me gusta viajar así, lo he pasado muy bien porque estaba entre amigos pero… he echado en falta un poquito de sudor, de barro y de aventura.

Como siempre, alejarme de casa me ha servido para recordar lo mucho que quiero a los míos.

Iolanda y Guinea Bissau me esperan para un nuevo viaje del Ratoncito marca de la casa.
Hasta pronto!

domingo, 11 de noviembre de 2007

LA PASION TURCA La cisterna y otros cuentos


















Otra manyanita frente al Bosforo, podria pasar el dia pegada a este ventanal viendo el paisaje y escribiendo en el portatil de Aaron.
El resto del equipo se levanta tambien y juntos preparamos un desayuno maravilloso. Brilla el sol, hoy Pato y yo haremos turismo.
Los chicos nos sueltan en el centro como si fueramos dos perdigueros en una caceria.
Nos vamos a la Cisterna Basílica. Pagamos 10 yisquiprisquis y nos adentramos en un palacio sumergido con 336 columnas, luces tenues y pasarelas para admirar lo que fue un deposito de agua construido el el s. VI. Todo el espacio es un gran estanque en el que nadan asquerosas carpas bigotudas sobre un suelo cubierto de monedas de todos los paises. Rapidamente Pato y yo imaginamos un festival bajo tierra, encontramos el lugar idoneo para el Dj, el Chill Out, las barras…
Al final llegamos a las dos columnas mas importantes, las que tienen en su base dos gigantescos bloques de mármol romanos con forma de cabeza de medusa una de lado y la otra totalmente al reves. Y alli estuvimos paseando un rato, elaborando teorias de por que estarian colocadas de esa manera mientras mis meniscos se pudrian por la humedad del lugar.
Segunda parada: Santa Sofia. Bueno, pues eso, una mezquita. A mi es que no me dice nada, oye.
Nos reunimos con Aaron y Piloto en el hotel de las lamparas colgantes. Absolutamente en cualquier lugar esta permitido fumar, yo, para llevar la contraria no he encendido ni un cigarrillo desde que pise el pais.
Habra que hacer compras, vamos al Gran Bazar, tengo varios encargos.


CERRADO!
Pues nada, no hay compras, lo siento por todos los que me pedisteis cositas.

Nos vamos a Asia, dicen los chicos.
Cogemos un ferry y cruzamos el estrecho hasta llegar a la parte que, efectivamente pertenece a Asia. En el trayecto, la bahia se aleja dibujando un cuadro de luces y reflejos sobre el mar.
En esta parte de Estambul todo es menos turistico.
Caminamos por un mercado de pescado, especias, frutos secos… Nos compramos bloques de jabon de aceite de oliva, que rico huele.
Paradita para merendar, todo esta muy bueno y aguanto bien el picante. Aquí el se te llama Çai.
Siguiente parada: un fumadero. Alli fumamos Narguile de manzana, rico rico.

Viajar con Pato es perfecto, siempre tiene buenas ideas y siempre esta contenta. Podria ir con ella al fin del mundo.

Tomamos el ferry de vuelta y subimos empinadas cuestas hasta la Torre Galata. Hace ya horas que no bebemos vino, paradita tecnica.
Aaron nos comenta detalles de los edificios que vemos, es un gran anfitrion.

Yo tenia el capricho de cenar autentico kebap y fuimos a un restaurante en lo alto de un edificio con vistas sobre la bahia donde comimos el plato tipico de cordero, ternera y pollo con pistachos, con salsas picantes y con mas vino.
Tengo un barrigote…
n/j

sábado, 10 de noviembre de 2007

LA PASION TURCA. Otra copita por favor.




Alaburibeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee. Me despiertan los aullidos de las oraciones.
Me acerco al ventanal y de nuevo me pierdo un ratito viendo los trasanlanticos, los buques, las casas, las mezquitas con sus minaretes que parecian los brazos levantados de las alumnas aplicadas de la primera fila que gritan “a mi, mirame a mi primero”
Mientras tanto arranco los gajos de una mandarina y, uno a uno, pienso en mis objetivos de este invierno.

Piloto se despierta tambien. Nos vamos a desayunar, los otros ya diran algo.

En el Cuppa Juice nos ponemos las botas: tortilla de champinyones, jamon y queso, zumo de granada, uva y naranja un pastelito de no se que y café con leche ardiendo. Mientras comemos todos fuman a nuestro alrededor, estos nunca podran ser europeos, el tema del tabaco lo llevan muy en la sangre.
En la cafeteria, que es preciosa, ningun camarero habla ingles.
Pagamos 60 chisquiprisquis por el desayuno. Estoy horrorizada.

De vuelta en el apartamento de Aaron hacemos planes para el dia y una vez duchaditos y en la calle, empieza a caer el chaparron.

Corremos por los callejones buscando otra cafeteria para que la flamante parejita desayune. Todos los bares son de disenyo, con espejos enromes, lamparas gigantes, sofas comodisimos y precios terribles.

No parece que vaya a parar de llover, decidimos pasar el dia de bar en bar bebiendo vino y comiendo cosas ricas.

Tercer local. Pedimos unas copas de Valdivieso, aquí los chilenos triunfan.
Entre el vino y los adoquines resbaladizos por la lluvia me juego la vida a cada paso.

Cuarto local, el Leyla, precioso tambien. Pedimos una botella de Le Focaie Sangiovese de Rocca di Montemassi. Obviamente evitamos los vinos turcos que son absolutamente infames.
Por la botellita me cascan 88 yisquiprisquis. A cambio robo un par de ceniceros de disenyo.

Piltoto ha tenido la idea de cenar en casa de Aaron. Nos vamos de compras. Ademas de la cena yo me compro para casa confitura de petalos de rosa, vinagre de granada y cafe con aroma de canela y avellana.

Llegamos a casa, borrachos y cargados de bolsas. La cena consistio en una botella de Cabernet Sauvgnon Aeolis de Corvus, una de Metoxi, un vino griego inedito para mi paladar y para mi bolsillo y salmon canadiense, foie y quesos.
Menos mal que esta el ventanal de casa de este, porque poco Estambul estoy viendo. Aunque lo poco que veo, lo veo doble.

A medianoche me quede dormida, o mejor dicho inconsciente sobre las rodillas de Piloto, mientras sonaba Morcheeba y todos hablaban de sus viajes.
n/j

viernes, 9 de noviembre de 2007

LA PASION TURCA. Istanbul beat











Esta manyana me ha despertado el lamento de los buques que cruzaban la bahia. "Buenos dias, Constatinopla" he dicho mientras contemplaba el increible paisaje a traves de la cristalera.

Empiezo a buscar a la gente por la casa: vaya, nadie esta donde se supone que deberia estar. Cosas del Petit Syrah, imagino.

Desayunamos jamon de bellota de Extremadura comprado en la Boqueria por recomendacion de Alfonso del Kiosko Universal, Cheddar canadiense con mermelada de arandanos, uva y cafes ricos.
De repente una voz desagradable lo envolvio todo: las plegarias. Tremendo volumen, teniamos que hablar a gritos para escucharnos. Esos deben ser los gajes de vivir entre mezquitas.
Nos abrigamos bien y a la calle!
Estamos en la parte vieja de la ciudad, desplazarse en esta zona es caminar por una montanya rusa de piedra, los escalones son altisimos y desiguales, las piedras bailan y su superficie es tan lisa que es casi imposible no resbalar al pisarlas.
En todo el tiempo que caminamos no he visto ningun anciano ni ninguna silla de ruedas. Fijo que los abuelitos y a los paraliticos los echan al Bosforo...
... y se reencarnan en gatos, esto esta lleno de gatos.

Cambiamos dinero 1 euro = 1,7 YTL, liras turcas (en adelante yisquiprisquis).

Todo es carisimo. Quien me dijo que iba a hincharme a comprar cositas?

Hemos paseado por callejones repletos de bares preciosos, hemos visitado la Mezquita Azul, los puestos de la calle en los que se vendia de todo incluso armas, el bazar de especias...

Sobre las diez paramos a cenar en un restaurante de comida tipica: primero unas tapitas y despues un pescado fresquisimo del Marmara. Hemos bebido Raki, el aguardiante de aqui que es parecido al Pastis.

Tenemos entradas para un concierto, siento curiosidad, adonde nos llevara Aaron?

Llegamos al Babylon El concierto habia empezado ya, Pato y yo intentabanos clasificar el tipo de musica que tocaban los Balkan Beat Box, recordaba al grupo de Kusturika pero con bases electronicas. Al principio nos costo un poco pero al de un rato estabamos pegando botes y bebiendo margaritas de mandarina. Tomer Yosef, el cantante, empezo a gritarnos a todos los que estabamos alli "Hey Istanbul, jump for peace!", y alli estaba yo, brincando entre los turcos. Despues vino un "Jump for peace in Middle East" y un "Jump for peace in Palestina" y todos desatados saltando con el simbolo de la paz en las manos.

Fue un gran momento y Pato y yo tuvimos una conexion de soltar tonterias casi mistica. Se nos unio una amiga de Aaron muy borracha pero buena chica y de alli fuimos a un sitio de moda, el Ghetto Club, otra vez un lugar lleno de gente glamourosa bebiendo y riendo entre luces azules ciberneticas.

Sinceramente alli me aburri, en mi opinion la musica electronica es como el sexo sin amor: puede adornar una noche de fin de semana pero al final te queda siempre una sensacion de vacio.

Y alli estuvimos hasta las mil, riendo y bailando al son de esa musica sin corazon.
n/j

jueves, 8 de noviembre de 2007

LA PASION TURCA. Bomba














Vispera de viaje. Salgo de piano y llama Pato "Ya estoy en Barcelona". Ir a casa, preparar maletas y descansar? nooooooooooooooooo Hoy salimos, total, solo hay que levantarse alas 4.30.
Reunion en el bar bonito, vinos, pincho de tortilla, crujiente de brie con mermelada de frambuesa y tostadas con camembert, jamon serrano y pesto de rucula.
A la 1 Pato y yo nos vamos con los vecis a casa y chequeamos temperaturas y detalles de ultima hora.

"Nenas, abrigaos bien y no digais El Fosforo"
Maleta, siempre corriendo.
Risas.

He dormido una hora nos vamos a Estambul!!!
Nos subimos en un taxi con un programa de radio de serial killers, muy tranquilizador a las 5 de la manyana.
Primera parada Madrid, alli compramos libros y nos encontramos con Piloto. Siguiente parada Constantinoplaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.

El taxi que tomamos en el aeropuerto nos llevo a la ciudad por una autopista donde nadie respetaba distancias de seguridad, ni carriles, ni ningun tipo de norma de trafico internacional. Lo unico bueno es que esta gente no hace sonar los claxons.

Caminamos por la zona de Taksim hacia casa de Aaron, es el mejor barrio de Estambul, nos dicen. Las calles estan adoquinadas y las piezas del suelo saltan al paso de nuestras maletas trasnformers.
Las calles estan abarrotadas, hace frio, por todas partes puestos de kebap, granadas y naranjas en las fruterias, luces, vida, mucha vida. Estamos en Turquia!!!

Nos vamos al Meyreas (en adelante el Meigas) un bar super cool lleno de turcos feos y turcas guapas. Aqui la gente sale a beber con los portatiles, se sientan en grupo, charlan, piden copas y clic cli clic, dale que te pego al ordenador.

El pais vive un momento tenso debido al mal rollo con el Partido de los Trabajadores del Kurdistan el PKK. El Parlamento ha autorizado bombardear sus bases en el norte de Irak.

No tenia que pasar, pero paso. El bar repleto de gente, yo regresaba del banyo y comentaba lo bonito del papel de sus paredes, las griferias de disenyo, lo chic que era todo... Y entonces.... BUUUUUUUUUUUUUUUM! la explosion.

Un sonido como de bandeja llena de copas que cae al suelo pero multiplicado por mil y largo muy largo. Un camarero en primer lugar y los clientes siguiendolo se avalanzaron hacia la puerta mientras nosotros tres nos quedabamos clavados en nuestros sitios, en la parte mas alejada de la explosion, esperando que ocurriera algo.
Esperando que se cayera el techo, las paredes o volaran brazos y piernas sobre nuestras cabezas.
Nada ocurrio, no hubo heridos.
Habia explotado la bombona de gas de la cerveza y no ocurrio absolutamente nada mas.

La calma de Pato se debe a que es valenciana: bombitas a ella. Piloto es militar, idem.
Y yo? yo debo ser idiota.

Llego Aaron, ya estamos los 4, vamos al apartamento.

Llegamos a lo alto de Kumrulu sokgi, la calle donde estaremos alojados.
Entramos en un antiguo edificio con una escalera blanca ondulante, casi de caracol y zas! el apartamento. Suelo de madera, varios niveles y una gigante cristalera con vistas (a medio palmo) al Bosforo, el Marmara, Topkapi, Santa Sofia y la Mezquita Azul.
Increible.

Nos vamos a cenar a un sitio tipico pero no turistico. Aaron lleva aqui tres anyos con su proyecto y conoce perfectamente donde se come y se bebe bien.
Comimos cosas ricas con nombres que no sabria transcribir, pero todo tenia yogur, pepino, berenjena y arroz.
El vino de aqui es infame asi que nos inclinamos por un cabernet sauvignon argentino.
Todo bien.


De alli caminamos por las calles adoquinadas hacia los bares de moda de Estambul.

Nos metemos por calles en las que se vendia todavia en los puestos, pescado, zapatos, mejillones con limon, relojes... y llegamos a un edificio de viviendas. Subimos al ultimo piso, no entiendo nada.
Se abre la puerta del ascensor, nos reciben unos encargados que toman nuestro abrigos y nos hacen pasar. Estamos en el 360.
El bar se llama asi porque las paredes son de cristal y tiene una vista absoluta y completa de la ciudad. Se ve todo, las mezquitas, las luces, los minaretes, el reflejo de la luz en el Marmara...
Estamos encantados.
Bebemos Petit Syrah de Crane Lake. Pato gin tonic con limon y ciruela.
Todo muy rico, todo precioso.
Pato y yo vamos al banyo y flipamos con la decoracion, nunca tendremos una casa tan bonita como ese water.

Volvemos a casa, Aaron nos pregunta si nos hemos divertido.
Si, pero no queremos volver alli. Nos gustaria ir a partir de manyana a sitios mas... turcos.
Somos unas perras ingratas, pero es que tanto glamour, nosotras...
n/j

martes, 6 de noviembre de 2007

Un país en conflicto? allá voy


Ya llevo un mes aquí, ya me toca irme otra vez...
Esto huele a crónicas de viaje...

lunes, 5 de noviembre de 2007

GRIETAS


La verdad es que
grietas
no faltan
así al pasar recuerdo
las que separan a zurdos y diestros
a pequineses y moscovitas
a présbites y miopes
a gendarmes y prostitutas
a optimistas y abstemios
a sacerdotes y aduaneros
a exorcistas y maricones
a baratos e insobornables
a hijos pródigos y detectives
a borges y sábato
a mayúsculas y minúsculas
a pirotécnicos y bomberos
a mujeres y feministas
a aquarianos y taurinos
a profilácticos y revolucionarios
a vírgenes e impotentes
a agnósticos y monaguillos
a inmortales y suicidas
a franceses y no franceses

a corto o a larguísimo plazo
todas son sin embargo
remediables


hay una sola grieta
decididamente profunda
y es la que media entre la maravilla del hombre
y los desmaravilladores

aún es posible saltar de uno a otro borde
pero cuidado
aquí estamos todos
ustedes y nosotros
para ahondarla

señoras y señores
a elegir
de qué lado
ponen el pie.


MARIO BENEDETTI

sábado, 3 de noviembre de 2007

La sal

Sonó el teléfono y ella contestó con media sonrisa dibujada por haber leído ya su nombre en la pantalla del teléfono.
- Hola niña
Él tenía una voz grave, de mar, profunda y segura.
Hablaron de cuándo iban a verse de nuevo, habían pasado cuatro meses desde la última vez.
Siempre pasaban meses entre una vez y la siguiente.
- ¿Sabes? Hace cinco años que… nos conocimos
- ¿En serio? Hay que celebrarlo, vente.
Ella había balbuceado al decir “nos conocimos”, casi se equivocó y dijo “estamos juntos”. Pero eso no se hubiera ajustado a la realidad.

Decidió ir en tren.
En el camino leyó sin poder concentrarse repasando mentalmente el contenido de su pequeña maletita de fin de semana. Ya daba igual, era absurdo pensar en qué podría haber olvidado. Ya no iba a retroceder.

En la estación esperaba él, se vieron y se abrazaron como siempre. Un beso fuerte en la boca, con mucha más alegría que romanticismo.
Él le dio entonces, y como cada vez que se veían, una pequeña estrella de mar, amarilla y rígida.
Él tenía los rizos alborotados con las puntas quemadas por el sol y el agua del mar, la piel oscura -el invierno nunca conseguía aclararla- y las manos fuertes con los dedos gruesos.
A ella no le gustaban sus manos, evitaba mirarlas.
Él sonreía. Él tiene una bonita sonrisa.
- Vamos a comprar la cena, cocinaré para ti.
- Te he traído un vino que te gustará

Ella había traído una botella de 200 Monges.
Compraron ternera, foie y setas, él dijo que ya había empezado la temporada.
Pararon en un bar repleto de gente. Se apoyaron en una pequeña barra que daba a la calle y bebieron dos vasos de vino. Él saludaba a los conocidos que por ahí pasaban y hablaba con ellos casi olvidándola.
Ella miraba sus caderas que despuntaban por la cintura de sus vaqueros caídos. Él nunca lleva ropa interior.
Bebieron el vino y fueron a su casa. Es una casa muy bonita, con muebles antiguos de madera y muchas plantas. Él cuida más a las plantas que a las personas, debe ser su forma de sublimar su incapacidad de demostrar afecto auténtico.
Mientras él ordenaba las compras ella se acercó por su espalda, le abrazó lentamente y lentamente recorrió con la punta de los dedos los pocos centímetros de cintura de aquellos vaqueros caídos. Le besó entre los rizos y olió el mar.
- Quiero tu sal- dijo ella
En el dormitorio él encendió una vela.
Sobre la cama, clavado en el techo, había un tapiz con un dibujo concéntrico, casi hipnótico. Ella vio moverse los círculos mientras cerraba y abría los ojos.
- Estar contigo es… una delicia- dijo él
- Gracias- contestó ella con una sonrisa
- A veces me pregunto por qué tú y yo no nos habremos enamorado- Dijo él distraídamente mientras ordenaba hierba en un papel de fumar.

Y entonces ella recordó el día que decidió no enamorarse de él.
Hacía casi cinco años ella había ido a Sitges para estar con él. Habían paseado por la playa, era otoño y había poca gente. Ella le miraba y pensaba en lo atractivo que él era e imaginaba cómo sería el futuro a su lado. Pensó en ello como una niña frente al escaparate de una tienda de golosinas a la que alguien le hubiera susurrado al oído “coge lo que quieras”.
Estaba nerviosa, quiso encender un cigarrillo pero el viento se lo impidió, él la agarró suavemente por los hombros y la hizo girar.
- Ponte de popa.
Él era entonces su capitán, pasaba más tiempo en el mar que en tierra. Se habían conocido entre barcos. Ella sintió las manos fuertes cerca de las clavículas y se estremeció.
Después del paseo fueron a la casa de los muebles de madera llena de plantas y él cocinó para ella por primera vez.
Ella sacó del bolso sus cigarrillos y El libro de las ilusiones de Paul Auster, lo vio sobre la mesa y giró la cabeza confundida.
- Estamos leyendo el mismo libro.
Bebieron vino, el acomodó hierba sobre el papel de fumar y hablaron de sus pasados, de sus estudios, de sus trabajos anteriores. Él escuchaba más y hablaba menos que ella. Ella reía explicando sus historias, él era más serio y hablaba despacio.
En algún momento él dijo, distraídamente, que nunca había querido a ninguna mujer.
Entonces ella, como quien libera a un pez de una red, dejó escapar el amor que le tenía preparado.

Y en ese momento él le regaló la primera estrella de mar.